A poco mas de 2km de Ghangaria se encuentra el Valle de las Flores. Este precioso prado repleto de plantas silvestres es una delicia para la vista y el olfato.
Unas espesas nubes que no dejaban ver la nieve de las cumbres de alrededor y una brisa humeda me avisaron de una lluvia inminente. Una vez de vuelta, ya en el pueblo, empezo a llover.
La tarde ha sido lluviosa y aqui, hace frio... el termometro no pasa de los 10 grados durante todo el dia... asi que aproveche para retomar el libro de gramatica inglesa y seguir con "un perfecto equilibrio", una novela cuyos personajes intentan sobrevivir en la India de 1975. Ademas he podido conocer mas de cerca los habitos de las 3 personas que llevan el hotel. El cocinero solo cocina ya que es el chico encargado del "service room" quien friega los platos... y el "manager" {el mas avispado de los 3} lleva la recepcion, la caja y la tienda.
Son las 9 de la noche y estoy tomandome el ultimo te del dia antes de ir a dormir. Parece que ahora ya se han relajado. Hace poco rato han cenado a mi lado. Para comer se sientan con las piernas cruzadas en la silla y no utilizan cubiertos, comen con las manos. El hotel no tiene puerta y el habitaculo de "la recepcion" es, a la vez, tienda, cocina, restaurante y el lugar donde duermen. Dos de ellos estan estirados y embobados frente al televisor, justo detras del mostrador de la tienda... sera ahi donde duerman.
El cocinero estiro dos "colchones" en el suelo y ha puesto una alfombra en lo que deberia ser la puerta del hotel, y asi, evitar la corriente de la fria noche. Como elemento de seguridad del hotel coloco una mesa y dos sillas de plastico tras la alfombra. Se estira vestido en uno de los colchones... le acompanyan dos gruesas mantas.
Trabajan todos los dias, sin descanso. Imagino que haran la temporada y cuando llega el crudo invierno vuelven a sus hogares. Me caen bien, son currantes, hindus y siempre tienen una sonrisa en el rostro. Seguramente se sienten afortunados, yo tambien... la habitacion donde duermo hay seis camas, una al lado de la otra y dos enormes ventanas que miran hacia un bosque de cedros. No tener agua caliente y disponer de solo tres horas de corriente electrica al dia quedan en un segundo plano.
martes, 9 de septiembre de 2008
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