Dedicado a Vishnu es otro lugar de peregrinacion de los hindus aunque, esta vez, para llegar a el no se debe hacer ningun sobreesfuerzo pues el autobus te deja a unos centenares de metros... previo paso por el cartel que te da la bienvenida al "Valle de los Dioses".
A 3km del templo esta la diminuta aldea de Mana, ultimo pueblo habitado del valle y situado a pocos kilometros de territorio tibetano. No digo "dimunita" por ser pequenya (que tambien) sino por las minusculas casas con techos de pizarra donde viven sus habitantes. Jamas! mis ojos vieron unas casas con plantas y puertas de tan poca altura.
Las mujeres de Mana venian del campo cargadas, otras cosian, tejian, machacaban las hierbas recogidas del campo despues de secarlas. Los hombres... los hombres de Mana no les vi hacer nada, bueno si... hablaban entre ellos mientras jugaban a cartas.
Esta manyana me levante pronto, como ya es costumbre ultimamente, para ir hasta la espectacular cascada de Vasudhasal con un salto de 145 metros. Tarde dos horas y media en llegar a ella pero merecio la pena por la cascada en si y el entorno, impresionante!
Sobre las 12h ya estaba de vuelta con la intencion de hacer el "check out", comer algo para reponer fuerzas y coger el autobus hasta el pueblo de abajo.
Ahora ya estoy en Govinghat pero se complico el hacer noche aqui. En la estacion (esta si era estacion) habian multitud de autobuses y ninguno de ellos queria bajarme (y todos debian pasar por Govinghat!). Un todoterreno me pidio un "paston" ademas de asegurarme que no podria bajar hasta la manyana siguiente. Al final di con la escondida oficina de autobuses. Despues de preguntar al hombre hizo como si nada fuera con el... al volver a llamarle la atencion me senyalo hacia un restaurante donde, a la postre, no habia nadie. Segui caminando con la suerte de encontrarme a dos indias encargadas de dar paso a todo vehiculo que entraba o salia de Badrinath. Me invitaron a sentarme en la caseta y a no preocuparme. Al parecer a las 14h abrian la barrera de salida para que los coches bajaran en caravana (pasando por delante nuestro) y alguno aceptaria bajarme. Asi fue y uno de los ultimos autobuses de la exteeeeensa caravana acepto a subirme y dejarme en Govinghat.
Todos los pasajeros eran peregrinos y se conocian entre ellos. El indio de mi lado era quien mas hablaba, incluso de vez en cuando recitaba unas palabras en alto y el resto del autobus las repetia. Me partia. Poco rato despues ya cantaban y mientras tocaban las palmas.
Sin decirle nada el hombre que se sentaba a mi lado me hizo sacar la camara para fotografiarlos. Al final tambien me anime con las palmas. Un momento memorable. Ya puedo decir que el valle de los dioses hace mencion a su nombre.
Para manyana me esperan 13km a pie (la alternativa es subir en burro = no es alternativa) con todo mi equipaje hasta Ghangaria. Desde mi habitacion veo el inicio del sendero y la pendiente da miedo. Segun la guia seran 7h, pero espero hacerlo en la mitad. Una vez ahi el Valle de las Flores y el Hem Kund estaran a tiro de piedra.
Govinghat esta repleto de sijs (los del turbante) pues es el punto de partida de la peregrinacion hasta el Hem Kund, su lago sagrado que se encuentra a mas de 4300m de altitud. Confieso que a los sijs les tengo poca simpatia. Sera por su permanente seriedad? Sera por sus ojos grandes y horrorosa barba? Sera por sus flamantes coches? Sera porque son los privilegiados de la India? Sera por la bandera naranja fosforita que llevan en el vehiculo al ir de peregrinacion? O, tal vez, por todo a la vez?
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