miércoles, 27 de agosto de 2008
Bordeando el Ganges
Vamos en un autobus de pocas plazas bordeando el Ganges hacia Rishikesh. Resulta muy complicado escribir. Ya no recordaba el pesimo estado de las carreteras por esta parte del globlo, y mas, si tenemos en cuenta que es el final de la temporada de lluvias. Nos dicen los indios que el monzon se adelanto este anyo dos meses a la fecha prevista… aunque hasta el momento mis ojos solo han visto lloviznar durante diez minutos.
El rio es inmenso y... rebosa. Ayer tardamos veinte minutos a pie para recorrer, de punta a punta, uno de los puentes que lo cruzan.
A la llegada a Haridwar todos sus habitantes se encontraban en las calles. Los indi@s se dedicaban esa tarde-noche a ir de templo en templo. Ese dia se permite todo dentro de ellos (incluso hay musica a todo volumen sin ninguna queja por parte de los vecinos, of course) y a cualquier persona que se acerque le ofrecen su plato (hoja de planta) con pepino, platano, una especie de pasta de higo riquisima y otra clase de frutas dificiles de definir.
En Haridwar apenas hay turistas por ser un lugar de paso hacia el norte, aunque los templos del Mansa Devi y el Chandi Devi situados en la cima de las colinas, a lado y lado, del Ganges... bien merecen una visita.
A ellos se puede subir en teleferico (si, si… en teleferico!) pero decidimos subir por sus empinadas cuestas y, asi, asegurarnos que la diosa no tendra excusas para no hacer cumplir nuestros deseos.
Oh, Oh! Estamos a la entrada de Rishikesh, el conductor dice a todos los pasajeros que hay que bajar del autobus y seguir caminando (o como podamos) Una manifestacion de estudiantes parece que ha cortado el trafico. Como dice Olga: That`s India!
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